lunes, 21 de febrero de 2011

soledad


La mayoría de nuestras vidas estamos solos, pues nos enfrentamos a situaciones las cuales nadie es capaz de ayudarnos. No por falta de ganas por su parte, sino por falta de ganas de ponerte a contar cada una de las cosas que salen desordenadas de tu cabeza… Pues sí, sale todo desordenado en modo FLASH lo que quieres decir, pero cada palabra y recuerdo va asociado/a a una cadena de recuerdos que para darle a todo sentido hay que desenredar y eso es un proceso tan arduo y pesado que decidimos nosotros solos, resolver.
Y ahora, hoy, me enfrento a un millón de preguntas. ¿qué haré mañana para empezar? Mañana trabajaré para hacerme un futuro, o trabajaré para estar bien, ese único día?
¿me acordaré de las cosas que me sucedieron ayer y actuaré en consecuencia? ¿o me dejaré llevar, como cuando voy subido en un vagón del metro, o en el autobús, yo con mis pensamientos mirando los pies, las caras, los libros o el paisaje con una idea… seguir la rutina??
Sí, recurrimos a nuestros pensamientos y hablo de ello es porque cada uno, individualmente siempre estaremos con nosotros mismos. SOLOS. Y esa idea no nos ha dañar nunca, tenemos que tratar a la soledad como algo que ha de pasar, pues debemos acompañarnos de ella. Del silencio, de los recuerdos de los buenos momentos, e ir desechando esas cosas que mal nos hacen…
Y sé que algunos de vosotros piensa siempre lo negativo, viven con el dolor como compañero, como mejor amigo, con la soledad cruel, y la incomprensión, da igual que seas súper dotado, que limítrofe…. Da igual, lo realmente importante es lo que deseas tú recordar, qué deseas y qué buscas… ¿recuerdas los buenos momentos para que te duelan? ¿o los miras como cuando pasas delante de una obra de arte que te deleita, te encanta y te quedas con la buena sensación que te recuerda? Al menos yo, me quedo mirándolos, con cariño, con ternura, como la obra que hace un hijo y la mira el padre con ternura, pues soy el padre de mis momentos, el padre de mi vida, el primero en regañarme por lo que hice mal, el primero en alabarme hasta el infinito, y el último en darme las buenas noches, el primero en darme los buenos días y el último en desear tenerte a mi lado… Ser el padre de mi vida, es lo mejor que nos puede pasar…
Tú, que me lees. Se el padre, se la madre. O las dos cosas, pero mírate con cariño, pues el final llega con cada segundo que pasas leyéndome, y preocuparse por lo incorregible, por lo que pasó y no volverá a pasar…
Además otra cosa que digo es que los recuerdos son como el aroma de bollos calientes al pasar por la panadería cerca de tu casa, que muchas veces es mejor sólo tener la sensación de que existen, no entrar y darle el bocado… pues puedes sentirte culpable por que es algo que no debiste de hacer, sea porque tienes que comer o por que irá al “michelo” que ponemos nombre…
Se feliz con tu soledad, aprovéchala para construir tu vida, no para destruirte con tu pasado

Me acompaño en soledad,
hoy quiero estar a solas.
Necesito de mí para pensar
y dejar que pasen las horas…

Que el tiempo hoy es mi yugo
y ahora todo me pesa,
No sabría expresarlo,
ni poner las ideas sobre la mesa,
tampoco quiero intentarlo…

Hay veces que temo la incertidumbre
y me suicido en cualquier verdad,
observando como la razón sucumbe
pues desee escapar de esta soledad…

Y en cambio,
hay días que me encierro en mi cuarto
en busca de un poema legendario
que pueda expresar que te quiero
o que ya de ti estoy harto…

Puedo ser dulce o fiero
pero hoy soy lobo estepario
y no necesito nada de ti

Hoy soy lobo solitario
de sonrisa forzada
y puños apretados
por querer estar atrapado
en mi, a modo de barricada,

Hoy puedo superar la muerte,
esperarme que dejes de quererme,
superar un fracaso
Pero en mi soledad,
seguiré viendo medio lleno el vaso…

lunes, 7 de febrero de 2011

Capitulo 1

Este fue el comienzo de nuestro proyecto ya los tres juntos. Espero que os guste.




Hoy me levanté, no fue un gran día, salí de la cama deseando volver a meterme bajo sus sábanas calientes. Y lo primero que pensé tras poner los pies en el frio suelo, fue en aquella maldita conversación que hace que hoy no te pueda llamar.

Llegué al trabajo, cansada, y mucho por hacer… No, hoy, no quería trabajar, hoy no… Y encima llegó mi jefa, me culpó no sé de qué historia en la que nada tenía que ver.

Las nueve, vuelta a casa, en vez de coger el autobús de vuelta a casa, decidí volver andando, total, un paseo me ayudará a aclarar mis ideas en este jodido día.

Las luces de los coches que se acercan a mi me relajan, lo que hace que en un momento me pare, con toda la ciudad en movimiento a mí al redor, alce la mirada al cielo y fije mi mirada en un resquicio entre los altos edificios buscando el faso cielo del Madrid, buscando una el recuerdo de un cielo perfecto a campo abierto… falsas estrellas la de ciudad, ¿verdad?

Con la mirada en mis zapatos, por cierto sucios, ayudo a una anciana a cruzar, no escucho sus agradecidas palabras, sonrío y sigo caminando… Dejé sin darme cuenta a la izquierda el desvió a la derecha, cuantas vueltas había dado?

En mi destino, casa, pierdo el sendero, así que dejo que mis pensamientos desgasten más mis sucios zapatos. En mi camino no hay escaparate, personas, niños o perros, sólo obstáculos que en el mejor de los casos hacen que pierda el hilo de mis pensamientos unos instantes y al dar una esquina está él, su fiera mirada carada de tristeza, un vaso con posos de un café pasado, un único brazo, una historia por contar… y su mirada tan cargada de odio y tristeza, y una compresión casi natural me paró mi corazón, pero mis pies como autómatas, siguieron su camino… por cierto… ¿mi bolso?

((otro)) Se dice mientras escupe a los pies de un adolescente con la gorra mirando al cielo y el flequillo pal lado que le mira por encima del hombro.

((3.47)) Piensa mete sus escasas pertenencias en las bolsa del super del barrio, mientras escupe a un lado con desprecio.

Calmada su hambre, una joven se acerca, la ve venir SILENCIO



Pasan por mi lado, sus ojos me esquivan.
Frío en mi mirada, las suyas tristes y vacías
Escaparon mis esperanzas, con mis sueños se iban…
Miro al cielo, si fuera ave, de aquí me iría

-Joven ¿tiene una moneda para un pobre?
Hoy no he comido, disculpa que la voluntad cobre.-
Mi historia es triste, un día fui importante,
Sufrí un accidente y mi vida al traste…

Hoy el cielo es mi tejado, querida transeúnte
No sientas pena, pues mi corazón ya no siente
-¿Ves las estrellas? Son deseos olvidados
Algunos serán míos, si no se han apagado…

Se que mi historia es triste, pero estoy acostumbrado
Olvidé la última persona en la que me he apoyado
El mundo de mi se ha cansado. O quizás al revés.

No se el tiempo que viviré, espero que sea breve…
Pero hasta entonces en mi esquina esperaré,
hasta que la Parca con su fría azada me lleve
Hoy descanso entre cartones, y ratones
Me ves y solo ves un loco, pero tengo mis razones
La felicidad se ha convertido en una quimera
y he comprendido que la fortuna es una ramera
que cuando no eres nadie te abandona la primera

Yo que por el bien del mundo me sacrifiqué,
y ahora… mi Dios apenas me da de comer…

Niña, seca de tu cara tus efímeras lágrimas
Lo que hoy te duele mañana te fortalecerá
sigue tu camino, acepta tu destino sin más
sonríe siempre y no vagues cual ánima

Sigue tu destino y apaga tus estrellas
cumpliendo tus olvidados deseos
que la luna te ilumine y se te vea bella
libera tus sentimientos, de tristeza reos…
y sonríe mi niña, siempre sonríe…
que tu juventud ilumine mi mundo
y no dejes que éste nunca se enfríe

Mis lagrimas fluyen y yo me hundo
mas tu lo tienes todo, no te rindas
camina con cabeza alta y de veras
de tu mundo, de tu vida tendrás las riendas

Espero que haya aminorado tu pena,
Y que mi dolor te libere de tu triste condena